Las codornices adelantan dos semanas su llegada a la Península Ibérica
El dinamizador del Proyecto Coturnix en Castilla y León analiza cómo se está desarrollando la entrada de codornices a España esta temporada. Este año ha comenzado el anillamiento de aves a principios de abril, aproximadamente 15 días antes que el año anterior.
Los días 4,5 y 6 de abril, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en colaboración con la Fundación Artemisan y la Universidad de Barcelona, celebró en Toledo un curso para formar anilladores específicos. Los asistentes que superaron las pruebas realizadas al final del curso obtuvieron un certificado de aptitud para el anillamiento científico de codornices. Todo bajo el denominador de que resulta vital el estudio de la especie para conservar su caza.
Un proyecto con cuatro años de vigencia
En el año 2020 se inició el estudio realizado por los cazadores españoles. El Proyecto Coturnix está actualmente coordinado por Eduardo Laguna Fernández. José Antonio Pérez Garrido, dinamizador del proyecto para Castilla y León, muestra a los usuarios de Club de Caza sus impresiones sobre la migración a la Península Ibérica de la codorniz.
Una madre muy precoz: graba una codorniz con siete pollos a finales de marzo
"Este año ha habido un adelanto en la llegada de codornices de forma importante. Esto nos ha hecho iniciar los censos específicos de codorniz y el anillamiento aproximadamente 15 días antes con respecto al año anterior. En León empezamos a anillar el 10 de abril. El mismo día estaban anillando en Toledo, Ciudad Real y Badajoz.
Se están viendo codornices de una forma muy notable por toda la Península Ibérica. Me han informado de la existencia de aves en Irún, Extremadura, Salamanca, Palencia, Soria, Galicia y Andalucía. Estos datos delatan que se ha producido una importante entrada de pájaros”.
Y continúan entrando por el Estrecho de Gibraltar
“A la vez que estamos marcando aves en la Meseta sabemos que las codornices continúan aun atravesando el Estrecho de Gibraltar. Codornices hay, lo que ocurre es que, por las condiciones del hábitat y la climatología, los pájaros continúan su camino y no se asientan en la península. Esto provoca que su número no se refleje en las piezas abatidas en la temporada de caza.
Estamos saliendo a anillar una o dos veces por semana, aunque la semana pasada hemos estado muy condicionados por la climatología adversa, lluvia, viento y frío. Siempre que vamos a anillar estamos detectando codornices y llevamos un buen ritmo de aves marcadas".
Bea Rosete
