Norma Whitetail

A finales de agosto de este año, con motivo de la prueba del nuevo visor Zeiss LRP S3, publicada en esta página, tuve la oportunidad de comprobar lo precisa que era la cartuchería Withetail .257 Weatherby Magnum, lo que no me sorprendió en absoluto porque si hay algo que caracteriza a todas las series de municiones que carga el fabricante sueco es precisamente que son muy precisas. No en vano, además de experiencia (más de 120 años cargando cartuchos, pues fue fundada en 1902) y de poseer unas instalaciones que ha ido modernizando constantemente a lo largo de los años, Norma siempre ha empleado materiales (núcleos, envueltas) y pistones, pólvoras y balas muy regulares en peso, de la mayor calidad.

A simple vista la cartuchería Whitetail parece que está cargada con proyectiles semiblindados convencionales, pero en realidad monta proyectiles tipo SP mejorados. Pueden deformarse tanto como cualquier bala semiblindada, pero no pierden toda su capacidad de penetración, aunque impacten a corta distancia.

No, realmente no me sorprendió que fuera precisa, lo que por otro lado fue fácil de constatar porque utilicé un visor muy potente (6-36x56) y un rifle que ha sido muy criticado, pero jamás por ser poco preciso: un Blaser R93.

Lo que más me llamó la atención es que la nueva munición Withetail se ofrecía en numerosos calibres cargados con proyectiles que yo creía que eran balas semiblindadas convencionales tipo SP. Y sobre este tipo de munición pensaba que Norma había perdido el interés en favor de otras más técnicas: TipStrike, BondStrike y demás Strikes, proyectiles con núcleo de plomo soldado, como Oryx) o por proyectiles semiblindados muy modificados, como el Vulcan, etc.

La cartuchería Whitetail es tan precisa como cualquier cartucho Norma. Las fotos se corresponden con la prueba que se menciona en el artículo del visor Zeiss LRP S3 con cartuchos Whitetail .257 Weatherby Magnum.

Pero no era así. Poco después descubrí que la munición Withetail es una bala SP mejorada y, por tanto, otro proyectil técnico de los muchos que ha diseñado Norma. Se sirve en cajas de 20 unidades ilustradas con un ciervo cola blanca (un White tail, faltaría más) y está disponible en numerosos calibres, como veremos a continuación.

La munición se presenta en cajas de 20 unidades ilustradas con un ciervo cola blanca.

Balas semiblindadas

Los proyectiles convencionales semiblindados, esto es, aquellos que poseen un núcleo de plomo protegido por todos los lados por una envuelta o camisa metálica menos por la punta (de ahí que se conozcan también con el nombre de SP, que son las iniciales inglesas de Soft Point o punta suave, para distinguirlos de los totalmente encamisados), son casi tan antiguos como la pólvora sin humo.

Se comenzaron a utilizar en municiones de caza poco después de que se generalizara la pólvora sin humo por dos razones. Por un lado, su punta, desnuda de blindaje, provocaba la expansión del proyectil y, por tanto, que este se frenara y cediera energía. Y, por otro, porque la envuelta metálica del núcleo evitaba que la bala se deformara y emplomara los cañones debido al calor generado por la combustión, por la presión (más alta que la generada por la pólvora negra) y por el roce con el ánima, que es lo que sucedía (y creó muchísimos problemas en la época) si se usaban balas de plomo en cartuchos cargados con pólvora sin humo.

Pues bien, desde entonces, todos los fabricantes de cartuchería los han producido y millones de cazadores de todos los continentes los han usado con éxito, salvo en dos situaciones de usos extremos. Y es que como lo único que frena su expansión (deformación de la punta y posteriormente de la bala durante el impacto) es su camisa, si la distancia de tiro es muy corta (y por consiguiente la velocidad de impacto es muy alta), la deformación puede ser excesiva y ocurrir que el proyectil prácticamente se desintegre y no penetre lo suficiente. Y también puede ocurrir todo lo contrario si la distancia de tiro es muy larga: que no se deforme por falta de velocidad y no ceda suficiente energía.

La nueva munición está disponible en todos los calibres americanos y europeos más utilizados entre el .243 Winchester y el 9,3x62.

Por esta razón, los fabricantes han intentado paliar en parte estos problemas utilizando básicamente y generalizando muchísimo, tres soluciones.

Una ha sido crear proyectiles específicos para cazar a grandes distancias, dotándolos de puntas especiales y blindajes débiles que, como es lógico, expanden demasiado a cortas distancias o cuando se utilizan sobre animales más grandes para los que han sido diseñados. Los más conocidos y utilizados son las denominadas balas “tip”, etc.

Bala Soft Point convencional. Nótese que la camisa no se introduce en el núcleo.

Otra ha sido diseñar balas más “duras” que las convencionales semiblindadas (por ejemplo, soldando la camisa al núcleo, dotándola de dos núcleos, etc.) para evitar que se desintegre a corta distancia o cuando choquen con un animal muy pesado que, sin embargo, no expanden bien a grandes distancias.

Y una tercera solución, que no es más que una variante de las anteriores, ha sido la de modificar ligeramente el diseño original de las balas semiblindadas SP para hacerlas más eficaces según el uso que le pretendemos dar, lo que ha dado lugar a la aparición de numerosos proyectiles patentados en todos los países y épocas. Es, por ejemplo, la solución utilizada por Norma para crear sus balas Alaska, Vulcan y la nueva Witetail, entre otras.

Vaina y proyectil seccionado de un Whitetail. La camisa se introduce en el núcleo para que la punta expanda, pero no la cola del proyectil. Para evitar que se desintegre cuando choque cerca a mucha velocidad.

Norma Whitetail

Efectivamente, los nuevos Withetail son proyectiles convencionales semiblindadas SP modificados. Como cualquier otro proyectil de este tipo es muy expansivo, pero, sin embargo, es más efectivo a corta distancia porque, como se puede apreciar en la sección del cartucho que publicamos, Norma lo ha diseñado con una camisa metálica que por la zona del engarce se introduce dentro del núcleo de plomo para que, cuando impacte, la parte delantera se deforme totalmente pero no se vea o se vea en menor grado afectada la trasera, por lo que no se desintegra totalmente y continúa penetrando.

Puede incluso que la parte delantera se separe del resto si el impacto es muy violento (porque el disparo sea muy cerca o porque se use un calibre nada apropiado que cargue un proyectil muy ligero), pero a poco que pese el proyectil parte quedará intacto y no dejara de penetrar, por lo que considero (por no decir estoy seguro) que los Whitetail deben dar muy buenos resultados en esperas, en monterías y también en recechos a distancias normales.

Expansión de un nuevo proyectil Whitetail, concretamente de un 9,3x62. Está totalmente deformado, por lo que ha cedido mucha energía, pero la cola sigue intacta.

Cabe añadir que en España están disponibles, distribuidos por Excopesa (www.excopesa.es) en numerosos calibres y cargas: .243 Winchester (100 gr); .257 Weatherby Magnum (100 gr); 6.5 Creedmoor (140 gr); 5,6x52 R (71 gr); 6,5x55 (156 gr) ; 6,5 PRC (140 gr); .270 Winchester (130 gr); 7 mm-08 Remington (150 gr); 7 mm Remington (150 gr); .308 Win. (150 gr); .308 Win. (180 gr); .30-06 Springfield (150 gr); .30-06 Springfield (180 gr); .300 Winchester Magnum (150 gr); 8x57 JS (196 gr); 8x57 JRS (196 grains) y 9,3x62 (285 grains).

Y también que, en comparación con otras cargas del mismo y de otros fabricantes, las cajas de 20 cartuchos tienen un precio muy asequible. Por ejemplo, la del .30-06 tiene un P.V.P. recomendado de 57 euros con bala de 150 gr y de 68 euros con bala de 180 gr; la del .300 Win. Mag, vale 79 euros, etc. Ver web de Excopesa.