Un cazador letal: este pequeño búho cae sobre un despistado conejo
Se trata de un cárabo común, un ave rapaz nocturna que, como demuestra en las imágenes, es capaz de cazar de una manera muy efectiva presas del tamaño de un conejo de monte.
Estamos en un entorno urbano. Pero es precisamente uno de los más habitados por la especie. Ave rapaz nocturna de parques, jardines y bosques densos, tras dormir durante prácticamente todo el día, cuando el sol va cayendo el cárabo se activa como el cazador que es, sobre todo de aves, insectos voladores, ranas, reptiles, roedores, como el ratón de campo, topillos y musarañas, y lagomorfos.
Un cazador que no se asusta del ser humano
Y encontrarse en una zona habitada no le asusta. Hay ejemplares que se acostumbran a la presencia humana y harán de esas zonas concurridas su territorio de caza. Los distinguiremos incluso sin verlos gracias a ese caraterístico “uu, uú, ú, ú, ú”. Este ulular puede combinarse con el chillido “ti-uuic” que resuena a mucha distancia. La voz de esta rapaz de 38 centímetros de tamaño puede ser escuchada normalmente durante todo el año, con mayor regularidad los meses de enero, febrero, marzo, abril y mayo.
Cuando las noches son más calurosas, sobre todo a partir de junio, esta ave cantará menos hasta prácticamente no hacerlo en julio. Pero en agosto vuelve a cantar con fuerza y en las noches de verano puede ser escuchado hasta la madrugada.
El lugar que más suele elegir para anidar es la oquedad de un gran árbol. La puesta suele componerse de 3 o 4 huevos que, de manera temprana, eclosionan a finales de marzo y durante abril tras 28 días de incubación, generalmente por la hembra, mientras el macho se dedica a conseguir alimento. Como acabamos de comprobar, es sigiloso en su acercamiento, rápido y letal cuando atrapa a su presa.
CdC
